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Por una paternidad corresponsable

La conciliación entre la vida personal, familiar y laboral y, la corresponsabilidad en el ámbito doméstico y familiar: los grandes retos del siglo XXI.

Las medidas de conciliación se han dirigido fundamentalmente a las mujeres, contribuyendo a que la conciliación se considere como un «problema exclusivo de las mujeres». Sin embargo, la corresponsabilidad implica una actitud sensible de las organizaciones hacia esta cuestión que supone el desarrollo de una nueva cultura de la organización. Por ello, esta cuestión debe ser abordada desde la perspectiva de la igualdad de oportunidades que es uno de los principios rectores de las políticas europeas, de la legislación comunitaria así como de la Estrategia Europea para el Empleo.

El éxito de las medidas que tienen en cuenta el enfoque de la corresponsabilidad radica en su universalización, es decir, se aplican tanto a trabajadores como a trabajadoras ya que su finalidad es promover la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres. Por el contrario, si estas medidas van dirigidas tan solo a las mujeres, se perpetuarán los efectos perversos, la discriminación y, las empresas seguirán percibiendo que el hecho de contratar a una mujer conlleva más costes.

Teniendo todo esto en cuenta y con motivo del Día del Padre, UGT ha hecho un llamamiento a la paternidad corresponsable en una nueva campaña destinada a los hombres trabajadores y que lleva por título: Nosotras conciliamos. ¿Vosotros conciliáis?. El folleto ha sido presentado junto a un informe que lleva como encabezamiento: Trabajar igual, cobrar igual, conciliar igual.

http://www.feteugt.es/Data/UPLOAD/UGT-conciliacion-trabajadores-folleto.pdf

http://www.feteugt.es/ugt-conciliacion-trabajadores-informe-5290330720150317

Según el informe, sólo el 15,9% de los hombres trabajadores disfruta de derechos laborales asociados a la paternidad como excedencias, reducciones de jornada o permisos transferibles como el de lactancia, frente al 84% de las madres que adoptan alguna de estas posibilidades. Asimismo, sólo un 2,1% de hombres frente a un 21,1% de mujeres redujeron sus jornadas en 2013 (en un tiempo igual o superior a un mes para cuidar de menores de ocho años), al igual que sólo un 5,5% de ellos se acogieron a una excedencia para cuidar a sus hijos, y un 14,78% lo hicieron para cuidar de otros familiares.

Además, España es el cuarto país de la UE en el que las mujeres dedican más tiempo al hogar: el 91,9% de ellas una media de cuatro horas y treinta minutos, y sólo el 8% de hombres dos horas y treinta minutos.

Traducido en puestos de trabajo, esta labor de las mujeres en el cuidado de su casa, sus hijos/as y familiares dependientes, es el equivalente a lo que tendrían que realizar 10 millones de nuevos trabajadores/as y si se remunerase, rondaría en total los 280.000 millones de euros anuales!.

Con todos estos datos yo me pregunto si como sociedad, ¿les estamos fallando a nuestros niños?. Los estereotipos de género siguen siendo una armadura dolorosa que nos impide la plenitud y el desarrollo como mujeres y hombres plenos, como seres humanos completos. Quizá haya llegado la hora de que los hombres se quiten la máscara…

http://therepresentationproject.org/films/the-mask-you-live-in/

poster a mask

6 de febrero: Día mundial contra la mutilación genital femenina

El 6 de febrero se celebra, en todo el mundo, el Día Mundial contra la Mutilación Genital Femenina (MGF) que abarca todos los ritos de mutilación parcial o total de los genitales femeninos, a través de prácticas ancestrales.

Según la Organización Mundial de la Salud, en los 28 países del África Subsahariana y Oriente Medio en los que se practica la mutilación genital femenina, aproximadamente 140 millones de niñas y mujeres han sido víctimas de esta práctica. Cada día, 6.000 niñas de entre 4 y 10 años son mutiladas según UNICEF, aunque la prevalencia varía mucho de unos países a otros. A pesar de que a finales de los 80 se comenzó a prohibir en muchos de estos estados, continúa siendo una práctica extendida que conlleva altos riesgos para la salud física y psíquica de quienes la sufren.

Poner fin a una injusticia que se ha llevando a cabo desde hace 5,000 años requiere un gran cambio de actitud. La MGF es un tema profundamente arraigado que no puede ser detenida por las normas legales, sino únicamente por el propio pueblo.

Todo el mundo puede hacer algo para combatir el ritual bárbaro de la mutilación genital femenina: hablar de ello, traerlo a la atención mundial y remover otras fuerzas para actuar. Difundir los hechos y los conocimientos para que se tomen acciones urgentemente.

Apoyar a las organizaciones que luchan contra la MGF es una manera de ayudar directamente a las personas afectadas, proteger a las personas en situación de riesgo y cambiar la mente de los responsables.

Una de las ONGs que trabajan para prevenir la MGF en España es Médicos del Mundo (desde 2005 casi 800 personas de 23 nacionalidades distintas de África fueron atendidas en los programas de la organización).

Os dejo el documental “Bref”, dirigido por Christina Pitouli, producido por Médicos del Mundo con la colaboración del Ayuntamiento de Barcelona. El film, distribuido en 35 festivales internacionales de 22 países, ha sido galardonado con distintos premios y logrado un gran reconocimiento por parte del público.

A través de conversaciones con personas africanas que actualmente viven en España, el documental nos acerca a la práctica de la mutilación genital femenina (MGF). Sus opiniones y realidades contrapuestas nos muestran la complejidad de un tema en el que se entremezclan la herencia cultural y el respeto a los derechos humanos.

bref

La igualdad es cosa de hombres, también

Es evidente que la incorporación de las mu­jeres al ámbito público no ha sido una puerta giratoria que haría a los hombres incorporarse en igual medida al ámbito doméstico; esta falta de implicación de los hombres en el cuidado, conlleva que sigan siendo las mujeres quienes tengan que asumir esta responsabilidad.

El movimiento de los hombres por la igualdad plantea iniciar un proceso necesario de reflexión y práctica para lograr el cambio personal de los hombres hacia posiciones más igualitarias.

Una de las características más importantes de este movimiento es el reconocimiento de que el patriarcado, como origen de una sociedad marcada por las injusticias y las desigualdades, sitúa a los hombres en una situación de ven­taja por el mero hecho de serlo, por lo que plantean y reivindican “estar dispuestos a perder privilegios para ganar en igualdad”, desde el convencimiento de que con el cambio gana­mos.

Estos serían algunos de los ejes que distintos grupos del movimiento de hombres por la igualdad tienen en común:

  • El compromiso de los hombres con el cambio personal (expresión de afectos, gestión de la frustración, vivencia de la sexualidad, compromiso contra la homofobia…).
  • La lucha activa contra la violencia hacia las mujeres y la discriminación por razones de género.
  • Asumir de forma igualitaria de nuestra responsabilidad en el cuidado de las personas.
  • El apoyo, impulso y visibilización de modelos positivos de masculinidad (hombres cui­dadores, pacíficos, sensibles…).
  • El compromiso de los hombres con el cambio en el ámbito público (generar una masa crítica de hombres a favor de la igualdad, defender estrategias de conciliación, renun­ciar a espacios de poder para que sean ocupados por mujeres, propuesta de cambios legislativos…).

Os invito a ver el estupendo documental “Hombres, con guión y dirección de José Pedro Estepa, en el que se cuestiona el actual modelo de masculinidad.

Plantea que todo hombre es una revolución pendiente, en el sentido de que lo que tienen que conquistar está dentro de ellos mismos: “Ser hombre no es lo mismo que ser machista, tú eliges qué tipo de hombre quieres ser…”.

El doloroso proceso de perder un embarazo

En la actualidad, en la era de la “sexualidad abierta” y supuestamente sin tabúes, se continua escondiendo los abortos. Las mujeres cuentan sus embarazos exitosos, pero silencian sus embarazos truncados y es que la muerte vivida tan de cerca, vivida en el propio seno, paraliza.

La muerte intrauterina nunca es “mejor”, siempre representa un disgusto enorme.

Que las parejas vivan mejor o peor el duelo, que lo superen con más o menos éxito o rapidez, no depende tanto de en qué semana se encontraba del embarazo, sino de su vinculación, sus expectativas con ese/a hijo/a, las circunstancias personales de cada uno/a, de cada pareja, de cómo ha sido vivida la pérdida, que tengan un buen o mal acompañamiento, etc.

La poca validación que socialmente se da a las perdidas intrauterinas reprime muchos duelos, los acorta innecesariamente y muchas parejas que se permiten vivirlo son culpabilizadas o se culpabilizan por ello.

A las personas preocupadas por actuar de la mejor manera posible con la madre y el padre que han sufrido una pérdida se les podría sugerir la siguiente “regla de oro”: “En caso de muerte intrauterina no digas o hagas nunca lo que no harías en caso de muerte extrauterina”.

Es muy importante el papel de las personas cercanas a la pareja; de su actitud y de cómo fomenten o censuren las actitudes de dolor dependerá que las personas que han sufrido una pérdida elaboren mejor su duelo o no.

Algunas ideas para ayudar a la pareja en duelo son:

  • Leer y estar informados sobre el duelo (hay fallos fácilmente solucionables si estamos debidamente informados).
  • Permitir y animar la expresión de los sentimientos de dolor y tristeza. Evitar acallarle con frases como: “no pienses mas en eso”, “no llores, mujer”, “tienes que ser fuerte”, etc.
  • Nunca decir “Se lo que sientes”. Si se ha tenido una experiencia similar se puede sugerir que se ha pasado por algo parecido.
  • Evitar minimizar su dolor. “No pasa nada, puedes tener más hijos/as”, “el tiempo lo cura todo”, “aun no estaba formado”, etc.
  • Evitar explicar a la persona en duelo lo que tiene que hacer: “llora que te hará bien”, “sal y diviértete un poco”, … La persona en duelo sabe lo que necesita y ya lo hará, si le dejamos.
  • Prestar indefinidamente y mientras sea necesario, sus hombros, brazos, manos y pecho como consuelo.
  • Aprender a sentirse cómodo/a con el silencio compartido (dar la mano a esa persona y permanecer a su lado).
  • Ser paciente, necesitan hablar y explicar.
  • Evitar aislar a la persona de su familia “no os invitamos a la fiesta porque pensamos que no ibais a venir”, “en ese estado no puedes ir a ver a tu hermana”, etc.
  • No esperar a que la persona en duelo busque ayuda o de el primer paso, sino tomar siempre la iniciativa visitándola o llamándola. Evitar comentarios como: “Cuando me necesitéis me llamáis”.
  • Estar siempre ahí. No evitar el contacto o desaparecer: “No la llamo porque no se que decirle”…
  • No delegar la ayuda en otras personas; todos/as somos importantes (no escaparse).
  • No esperar a que la persona doliente rehaga su vida cuando uno/a decida que ya ha pasado un tiempo prudencial. El tiempo en cada persona es diferente.

Y es que lo que necesita la pareja en este duro momento es que se entiendan y se validen las dimensiones de la catástrofe vital que están viviendo.

En los siguientes embarazos el MIEDO a una nueva pérdida no se abandona, lo que lleva una carga de estrés inherente, frente a otros padres y madres que mantienen la “inocencia intacta”.

En este caso se trata de acompañar en el proceso, entender que son normales los sentimientos contradictorios, que es un proceso lógico y no se debe juzgar, sino dar espacio para poder expresar esos sentimientos, entender las dudas, la necesidad de comprobar que todo va bien; no cargar a la mujer y/o pareja con una lista de deberías porque ésta es una situación ESPECIAL y DIFERENTE. Ayudar a encontrar todo aquello que pueda dar paz, estabilidad, sensación de seguridad, de tranquilidad. Es estar disponibles, dar tiempo, ofrecer apoyo y tener en cuenta que nunca sabremos lo que es estar en su lugar, ni siquiera cuando la persona que acompaña haya vivido en su piel una pérdida, pues el dolor de cada una es ÚNICO y debe tener la categoría como tal.

Texto extraído del libro “La Cuna Vacía” el cual os recomiendo encarecidamente si habéis pasado, como mi pareja y yo, por esta dolorosísima experiencia.

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Prevención del abuso sexual: enséñale la “Regla de Kiko”

El abuso sexual infantil es una de las formas más graves de violencia contra la infancia y conlleva efectos devastadores en la vida de los niños y las niñas que lo sufren.

Supone la imposición de comportamientos de contenido sexual por parte de
una persona (un adulto u otro menor de edad) hacia un niño o una niña, realizado en un contexto de desigualdad o asimetría de poder, habitualmente a través del engaño, la fuerza, la mentira o la manipulación.

El abuso sexual infantil puede incluir contacto sexual, aunque también actividades sin contacto directo como el exhibicionismo, la exposición de niños o niñas a material pornográfico, el grooming o la utilización o manipulación de niños o niñas para la producción de material visual de contenido sexual.

Según los datos disponibles, se estima que uno de cada cinco niños/as en Europa es victima de alguna forma de violencia sexual. Entre el 70 y el 85 por ciento de los casos, la víctima conoce al autor de los actos de violencia.

Aunque es difícil obtener cifras exactas que muestren la magnitud del problema, el número de casos presentados a los Tribunales relativos a abusos sexuales cometidos en instituciones y ámbitos dedicados al cuidado de los/as niños/as no cesa de aumentar. Ninguna institución es inmune. Las instituciones que carecen de las medidas de prevención, protección y vigilancia adecuadas pueden constituirse en contextos propicios para los agresores sexuales. Este riesgo se incrementa especialmente en los casos de niños, niñas y adolescentes con discapacidad, debido a que presentan una vulnerabilidad mayor.

Lamentablemente, la revelación de la violencia por parte de la victima no siempre pone fin a la misma. Con demasiada frecuencia, los/as niños/as también son victimas de otro tipo de circunstancias relacionadas con la respuesta que las personas adultas ofrecemos en estos casos: lagunas en la legislación, la falta de coordinación entre profesionales y dispositivos de atención directa a los niños, niñas y sus familias, o una formación inadecuada de los servicios judiciales, sociales y sanitarios. Esta falta de respuesta unificada, cualificada y coordinada repercute en las victimas a las que se pretende proteger e interfiere significativamente en su proceso de recuperación.

La entrada en vigor, el 1 de julio de 2010 del Convenio del Consejo de Europa para la protección de los niños contra la explotación y el abuso sexual (conocido como “Convenio de Lanzarote”) representa un avance importante en la prevención de la violencia sexual, la protección de los/as niños/as y la lucha contra la impunidad.

En este sentido el Consejo de Europa pone en marcha la campaña “Uno de cada cinco” por la que se pretende conseguir que todos los sectores, ámbitos y agentes directa e indirectamente relacionados con la atención a niños, niñas y adolescentes se involucren en la prevención del abuso sexual en personas menores de edad.

La Regla de Kiko” es una guía sencilla para ayudar a los padres, madres y educadores/as a explicar a los niños y niñas dónde otras personas no pueden tratar de tocarles, cómo reaccionar y a quién dirigirse para pedir ayuda.

El material consta de:

– Un vídeo animado.

– Un cuento ilustrado para leer a los niños y niñas de 3 a 7 años.  

http://www.underwearrule.org/source/text_es.pdf

– Varios modelos de carteles y postales.

Todo este material está disponible a través de las siguientes webs:

http://www.laregladekiko.org

http://www.fapmi.es

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